Un parqueo privado contiguo a la iglesia San Francisco se transforma cada domingo a partir de las 18:00 en un espacio dedicado a la lucha libre salvadoreña. Poner en evidencia la práctica de esta disciplina en El Salvador genera curiosidad en las personas; pero es evidente la existencia de un prejuicio que lleva usualmente a las mismas a ver la disciplina como un espectáculo y no como un deporte. Este año se cumplen 8 años desde la fundación de Arena Gladiadores, y en ella se continúa el legado dejado por arenas previas en el país.
Los luchadores se dividen entre los rudos y los técnicos, y en ocasiones especiales deben unir fuerzas para lograr un objetivo en común. En El Salvador se necesita tener una gran pasión para entender que ciertas disciplinas deportivas se mantienen impolutas gracias a una simple razón; el ingreso económico que generan es simbólico. Esto lleva a la lucha libre a mantenerse viva gracias a la pasión que luchadores y aficionados tienen por el deporte.
Se apagan las luces, y comienza la música. Desaparecen los taxistas, los vendedores del mercado y los obreros de maquila. Aparecen en la arena los villanos y los héroes; cerrando la semana en una catarsis sangrienta capaz de quitarle el estrés a cualquier salvadoreño.
Agradezco de manera profunda a toda la familia de espectadores y luchadores de Arena Gladiadores por permitir realizar este ensayo fotográfico.
Arena Gladiadores: 13.702730, -89.190675