Entre dos funerarias a un costado de la zona médica de Santa Ana, se hacen figuras que adornan las fechas de fin de año. Esser Cardona es un inventor, y aunque resumir a una persona en una palabra es injusto, su ingeniosa inventiva es la que le ha permitido conocer diversas disciplinas a lo largo de su vida.
En su adolescencia temprana, conoció el oficio de la carpintería al trabajar para el dueño de una funeraria. Más allá de la elaboración de los ataúdes, ahí aprendió lo necesario para trabajar la madera en toda su extensión. Personalmente, él se considera una persona inquieta a la que le gusta aprender cosas nuevas y mejorar en lo que ya conoce. Profesionalmente, su vida se divide entre la carpintería y el estilismo, específicamente el desarrollo de tintes personalizados para el cabello.
Su visión exigente le ha empujado a hacer las cosas por su cuenta, y en la medida de lo posible fabrica sus propias herramientas de trabajo. Desde hace 8 años, ambas profesiones se funden en uno de los muchos pasatiempos que su curiosidad ha conocido; la fabricación de Muñecos Cascanueces. A su edad, reconoce que hay mucho por mejorar; y con cada colección que planifica de manera anual, encuentra formas de corregir sus errores y con ello aumentar la calidad de sus creaciones.
Tradicionalmente, este tipo de muñecos se fabrican con la forma de un soldado o rey. Suelen estar hechas de madera y son decoradas con pintura y otros elementos decorativos que les distinguen como tal. Este tipo de decoración es bastante popular en muchos países del mundo y se asocia con las festividades de fin de año, especialmente con la navidad. Algunos historiadores sostienen que su popularidad se incrementó con la aparición del ballet "El Cascanueces" que cuenta la historia de una niña la que le regalan un cascanueces y emprende un viaje mágico con ella.
Los orígenes de estos muñecos aún siguen en discusión, pero se cree aparecieron en Alemania a principios del siglo XIX. Estos representaban a soldados o reyes para honrar a los militares y a la familia real. Además, también se consideraban un símbolo de buena suerte ya que se creía traían fortuna al hogar en el que se exhibían. Con el tiempo, sus diseños han evolucionado y se fabrican en una gran variedad de formas y estilos. Sin embargo, es el diseño tradicional el que sigue siendo popular en nuestros días. La mayor peculiaridad de estos muñecos, es la mandíbula con bisagra que se abre y cierra por medio de una palanca. Originalmente, los cascanueces estaban diseñados para abrir nueces y semillas, pero es importante saber que estos muñecos no son la herramienta más eficiente para este propósito.
Más allá de la convivencia en sus espacios de trabajo, Esser Cardona compartió detalles sobre el proceso de fabricación de sus muñecos. Desde el ensamble de las articulaciones y la palanca que permite al muñeco abrir su boca, hasta el relato de cómo fabricó su torno con el motor de una lavadora que rescató hace algunos años. Año con año, cada colección busca ser única; y para ello él busca referencias en internet e incluso hace montajes digitales para tener una mejor idea del vestuario de los muñecos que va a fabricar. El trabajo detrás de cada colección comienza entre febrero y marzo de cada año, y concluye alrededor de las fecha en las que comienzan las compras de decoraciones navideñas en El Salvador; es decir, entre agosto y septiembre.
Between two mortuaries close to the medical zone of Santa Ana (El Salvador), nutcracker dolls are made for the holiday season every year. Esser Cardona is an inventor, and even when defining a person with a single word is highly unfair, his inventiveness has allowed him to grasp the essence of several disciplines throughout his life.
In his early teenage years, he knew about carpentry by working for a funeral home owner. Beyond making coffins, he learned the needed skills for working the wood in all its extension. He considers himself a restless person who likes learning new things and improving on what he already knows. Professionally, his life is divided between carpentry and styling; specifically, developing custom hair dyes.
His demanding vision has pushed him to do things on his own, and whenever possible he makes his working tools. For 8 years, both professions have merged into one of the many hobbies that his curiosity has known; manufacturing Nutcracker Dolls. At his age, he recognises that there is much to improve; and with each annual collection, he finds ways to correct his previous mistakes and thereby increase the quality of his handmade creations.
Traditionally, these types of dolls are made in the shape of soldiers or kings. They are usually made of wood and are decorated with paint and other decorative elements that distinguish them as such. This type of decoration is quite popular in many countries around the world and is associated with end-of-the-year festivities, especially Christmas. Some historians maintain that their popularity increased with the appearance of "The Nutcracker", a ballet that tells the story of a girl who is given a nutcracker and embarks on a magical journey with it.
The origins of these dolls are still under discussion, but it is believed that they appeared in Germany during the early 19th century. These represented soldiers or kings to honour the military and the royal family. In addition, they were also considered a symbol of good luck as they were believed to bring fortune to the home in which they were displayed. Over time, their designs have evolved and are made in a wide variety of shapes and styles. However, it is the traditional design that is still popular today. The greatest peculiarity of these dolls is the hinged jaw that opens and closes using a lever. Originally, nutcrackers were designed to open nuts and seeds, but it is important to know that these dolls are not the most efficient tool for this purpose.
Beyond the coexisting work spaces, Esser Cardona shared details about the manufacturing process of his dolls. From assembling the joints and lever to the story of how he made his lathe with the engine of a washing machine that he rescued a few years ago. Year after year, each collection seeks to be unique; for this he looks for references on the internet and even makes digital montages to get a better idea of the costumes for the dolls he is going to make. The yearly work behind each collection begins between February and March, and concludes around August and September when Christmas decoration purchases begin in El Salvador.